Liderar o morir
Andrés Meirovich Director Genesis Partners
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Andrés Meirovich
El lunes recién pasado el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, anunció con bombos y platillos un recorte de US$ 540 millones en el gasto fiscal para este año 2016. Lo anterior debido a la caída del precio del cobre a largo plazo desde US$2,98 a US$2,57 (hoy está en torno a los US$2) y a una débil estimación del crecimiento del PIB de un 2%. Si mezclamos en una juguera precio cobre bajo+recorte de gastos+ baja consumo+dólar alto+crecimiento bajo, sin duda que el resultado concluiría que estos son momentos de turbulencias, en especial para el sector empresarial que vemos con temor los resultados de las empresas para este año.
¿Qué podemos hacer?
Deberíamos tomar este escenario como una oportunidad de ser más eficiente, innovar en procesos, reducir grasa y ocupar toda la tecnología disponible como apoyo en las actividades. Para lo anterior necesitamos un gobierno activo, que además de reducir gastos tenga presente que hay que modernizarse (un 70% del gasto fiscal son sueldos) y que hay que crear condiciones para dar vuelta la tortilla. Solo por dar un ejemplo, el emprendimiento femenino es fundamental para crear nuevos mercados y nuevas posibilidades de empleos que ayuden a las familias a tener un “alivio” en estos tiempos.
Lo que se ha visto hasta hoy es solo un ajuste de cinturón, pero falta la otra parte. El “laboratorio” de innovación al interior del gobierno, todavía no da los resultados esperados, fundamentalmente por que lleva poco tiempo en funcionamiento. Todos esperamos mucho de Luis Felipe Céspedes y Rodrigo Valdés en este “segundo tiempo”. Más aún cuando tanto 2016 y 2017 son años de elecciones, lo que comúnmente hace que la clase política se enfoque más en una reelección que en una mirada de largo plazo. Por eso que el rol y liderazgo de los ministros de Hacienda y de Economía en tiempos de crisis se hacen aún más relevantes.
También es el momento de reforzar liderazgos al interior de las empresas, para que esté de acorde a los momentos que vivimos. El empresario tiene que capacitarse y modernizarse, más aún cuando la tecnología actual nos ofrece muchas herramientas de gestión. También es interesante para las empresas analizar las posibilidades de fusión, adquisiciones o ventas, que son alternativas que aumentan en estos tiempos.
Asimismo, es fundamental la renovación de instituciones de larga data como la CPC, Sofofa, CCS. Tengo mis dudas si estas representan al empresariado y al emprendedor actual. Estas deben ser instituciones modernas que tomen como suyas las necesidades de los “usuarios” por sobre las necesidades de ciertas cúpulas. Instituciones como la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech) deberían aprovechar las circunstancias y tomar un rol fundamental en la discusión de las políticas públicas que se debaten o que se empezarán a discutir como medidas de impulso a la actividad.
Es de esperar que esos estamentos trabajen coordinadamente ya que (aunque sea de perogrullo decirlo) estar otro par de años con un crecimiento más que modesto lo único que hace es perjudicar a todos los chilenos y de privarlos de mejores condiciones de vida.